Su corazón en mi puño. ¿Y el mío? Seguro no en el suyo. Más que una caricia y se muere. ¿Y yo? Otra vez vivo con un corazón roto en la mano.
Fhil
sábado, 20 de marzo de 2010
MicrocuentoTweet001
Publicado por Fhil Navarro en 9:50 1 opiniones
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