domingo, 24 de junio de 2007

Último día

La besó profundamente, casi con desenfrenada pasión. La noche llegaba a su fin. Los sueños se despedían con el estallido de los fuegos artificiales sobre el oscuro horizonte del mar. Observaron anonadados la metáfora de esos días. Se volvieron a besar. La gente se empezó a mover, empezaba el triste desfile de despedida. Una lágrima le recorrió por la mejilla. La detuvo con su dedo. Se tomaron de la mano y se unieron al desfile. Era triste. Era bonito. Pero sobretodo era triste. Andaron cogidos de la mano toda la procesión. Recorrieron todas las calles del pueblo, las mismas que hace días atravesaron corriendo en la guerra de avellanas y por entre los caballos. Todo se acabó. Ella le soltó la mano y se despidió. Tras el último beso no la vió marchar. El sol despuntó tan fuerte que todos cegados se rindieron ante Lorenzo.
Lágrimas en lo ojos.


Fhil