viernes, 28 de septiembre de 2007

Fe. Miedo. Complicidad

Al desperezarse, todavía con los ojos cerrados, se dio cuenta de que no llevaba nada puesto. Se asustó.
Abrió los ojos. Clavó su mirada en el techo e imploró ayuda.
Volteó la cabeza hacia su izquierda (su derecha).
Ahí estaba.


(Para sus adentros empezó a llorar.)


Devolvió su mirada al techo. Continuó implorando.
Finalmente se giró.
Ahí estaban.
Ella y él. (Él y ella.)


Al unísono, se abrazaron.


Inma*