(Boris Vian, El Otoño en Pekín. Ed. Bruguera, 1981)
El Torito, rey del camino, ciudadano del mundo, me bendijo y embutió en mi mochila su colección de popotes y palillos reciclados. Lo disculpo y me conmueve, se desprende de su tesoro. Prefiere acumular restos de placer ajeno en descomposición que dar sitio a la TV-guía (un resumen histórico de la sociedad y sus vicios).
Me preocupan más las perrillas, bultos pululantes de males vistos y no vistos. Las brujas modernas tienen más experiencia en diplomacia que cualquier intelectual retirado en las Islas del Dios Pepino, ellas siempre tienen a mano un arsenal de orzuelos y mal de ojo, al modo de hoy.
Catalina